Es conocido por muchos de nosotros la cantidad de murmuraciones que existe en nuestra Vida Cotidiana.
El día de hoy escuché un punto muy interesante y con asidero bíblico: y si lo Trasladamos a Nuestra Vida Cotidiana sin Importar nuestra Creencia Religiosa??
“El que habla mal de otro es porque está tratando de justificar y/o esconder algo en si mismo”.
Cuando persona que habla mal de otra o simplemente comenta un rumor que escuchó debería de preguntarse que está mal en si mismo, porqué estoy dando pie a la amargura y al resentimiento y encontrar la raíz del problema, cuando alguien habla mal de su pastor o de su iglesia quizás son celos, envidia o simplemente esas ganas absurdas de entorpecer la obra de Dios, tal vez no de manera deliberada pero si influenciado por aspectos espirituales que quizás hasta desconocemos.
Veamos a María y Aaron, su verdadera causa para murmurar eran los celos que el ministerio de Moisés estaba generando en ellos, ahora analiza en ti…
Cuando has levantado algún comentario sobre alguien porqué razón lo has hecho, que motivó esta actitud en ti y te pido algo, no hagas lo contrario, es decir no analices a las personas que alguna vez hablaron de ti y no trates de ver que motivó a ellos a hablar mal de ti, porque sino esto se convertiría en un circulo infinito.
Veamos y analicemos nuestro corazón y pidámosle al Señor que nos permita discernir y cambiar por completo y dejar atrás ese tipo de actitudes que dañan nuestra vida, ministerio y hacen mucho daño a la iglesia.
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